Y, para los que visitan esta página por azar decidles que, cada viernes santo de cada año, desde no se sabe cuando, este pueblo de Priego de Córdoba casi dobla su población porque, en sus calles están todos sus habitantes y también todos los que, siendo de Priego, tuvieron que emigrar años atrás. Todos salen a la calle a ver una procesión muy especial, la de Jesús Nazareno. Todos para ver una imagen cuya serenidad y mirada traspasa. Además, es llevada de una forma un tanto anárquica por cualquiera que pueda meterse bajo el trono, no sin antes tener que forcejear hasta ganarse un hueco bajo el varal. Son cientos los que desean llevarlo pero no hay sitio para todos. Viendo estas fotos se harán una idea de lo que ocurre bajo el trono. Es el gran día que ningún nacido en Priego se pierde por su voluntad. Y este Jesús Nazareno es una imagen que "engancha" y atrapa también a los no nacidos aquí, y emociona incluso a los no creyentes.

lunes, 2 de enero de 2012

Y cómo le ponemos a esto.

Esta salida fue especialmente complicada, por no llamarla desastrosa. Creo recordar que un varal prácticamente tocó el suelo. Corría el año 2.002. Como siempre, la masa de potenciales costaleros que esperan en la salida se vuelcan hacia el trono con el ansia de coger un sito bajo el varal. Con esa avalancha de los que están fuera el trono difícilmente puede salir de S. Francisco, las fuerzas se derrochan en empujones y, aunque se quiera, no hay quien arrime el hombro y el trono se ladea y no sale. Ahora todos quieren levantarlo, pero los empujones lo que hacen muchas veces es agravar la situación. Al final, el barco sale a flote una vez más y los que están allí aplauden al ver al Nazareno fuera. La verdad es que presenciarlo en primera fila es verdaderamente emocionante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario